Este recorrido se inicia en el mismo pueblo de Es Capdellà (de echo el camino nace de una de las calles de esta población, la primera a la izquierda llegando desde el pueblo de Calvià).

Siempre caminando recto, encontraremos en poco más de 600 metros desde nuestro inicio, la carretera principal que une Calvià y Es Capdellà y en la que se encuentra presente el Passeig de Calvià Vil·la - Es Capdellà.

En el segundo desvío a la derecha (el primero nos llevaría a las puertas de la finca de Son Alfonso), nos introducimos por una carretera asfaltada, de poco tráfico y sin arcenes. Gran parte de esta zona del recorrido, nos lleva paralelos al torrente de Galatzó. 

Si continuamos rectos, pasaremos por encima de un pequeño puente que atraviesa el torrente y continuaremos paralelos a él, hasta llegar a un desvío de caminos, en dirección Calvià, Son Bugadelles y Es Capdellà, continuando desde aquí en dirección Son Bugadelles. Este camino desemboca en la carretera de Calvià a Santa Ponça, donde debemos dirigirnos hacia la derecha para encontrarnos con el torrente de Santa Ponça, en un puente que cruza sobre él con algunos carrizos.

La llegada al puente que atraviesa el torrente se hace notar también por un cambio casi radical en el paisaje, pues desaparecen las áreas de mosaico y a nuestra izquierda comienza un pinar de pino carrasco (Pinus halepensis) mientras a nuestra derecha la exuberancia de la vegetación del barranco de Santa Ponça. Es en este punto donde debemos abandonar la carretera y coger un estrecho camino de arena que sale a nuestra derecha y que nos lleva en dirección al cauce del torrente, el cual ya no abandonaremos hasta el final de nuestra excursión.

El camino paralelo al torrente es en ocasiones estrecho y por el circulan ocasionalmente bicicletas y motos, por lo que debe tenerse precaución. Si las lluvias de los anteriores días han sido algo copiosas existen algunos pequeños tramos del camino que se inundan, aunque pueden esquivarse con cierta facilidad.

El camino serpentea y cruza en diversos puntos el cauce del torrente aunque se pueden atravesar de forma fácil, pero cuidado con las piedras que están puestas para saltar, ya que están mojadas y pueden resbalar.

Debemos recordar en la carretera (especialmente en las zonas más estrechas y sin arcén) las normas básicas de circulación peatonal, por tanto y aunque el tráfico no es intenso, caminemos siempre por el lateral de nuestra izquierda.

En las épocas de más calor es necesario un gorro y llevar llena la cantimplora, pues el tramo de mosaicos agropecuarios ofrece pocas sombras.