Este itinerario se inicia en el pueblo de Calvià, concretamente en el camí de Son Rei, que comienza en el núcleo urbano y se dirige a Santa Ponça. No existe pérdida posible, pues el recorrido es siempre recto, dejándonos guiar por la calzada hasta el pequeño puente que atraviesa por encima del torrente de Santa Ponça.

Antes de llegar al puente del torrente habremos observado cultivos arbolados abiertos de almendros y algarrobos y bosquetes aislados de pinar.

La llegada al puente que atraviesa el torrente se hace notar también por un cambio casi radical en el paisaje, pues desaparecen las áreas de mosaico y a nuestra izquierda comienza un pinar de pino carrasco (Pinus halepensis) y a nuestra derecha la exuberancia de la vegetación del barranco de Santa Ponça. Es en este punto donde debemos abandonar la carretera y coger un estrecho camino de tierra que sale a nuestra derecha y que nos lleva en dirección al cauce del torrente, que ya no abandonaremos hasta el final de nuestra excursión.

Es placentero este camino, pues se respira en el aire la frescura que trasmite el torrente, uno de los pocos que conserva agua todo el año en Mallorca, y la densa vegetación de ribera. En el último tercio del torrente, cuando se llega a la altura del polígono de Son Bugadelles, la vegetación de los lados del barranco se abre, desapareciendo el pinar y presentando pequeñas áreas de garriga baja y campos abiertos en forma de eriales.

El camino paralelo al torrente es en ocasiones estrecho y por el circulan ocasionalmente bicicletas y motos, por lo que debe tenerse precaución. Si las lluvias de los anteriores días han sido algo copiosas, existen algunos pequeños tramos del camino que se inundan, aunque pueden esquivarse con cierta facilidad.

El camino serpentea y cruza en diversos puntos el cauce del torrente, aunque se pueden atravesar de forma fácil, pero cuidado con las piedras que están puestas para saltar, están mojadas y pueden resbalar.

Debemos recordar en la carretera (Camí de Son Rei) las normas básicas de circulación peatonal, por tanto y aunque el tráfico no es intenso, caminemos siempre por el lateral de nuestra izquierda.

En las épocas de más calor es necesario un gorro y llevar llena la cantimplora, pues el tramo de mosaicos agropecuarios ofrece pocas sombras.