


Entre finales de enero y mediados de febrero florecen los más de siete millones de almentros que encontramos en las Islas Balaeres. Es espectacular poder observar como decenas, en incluso cientos de almendros juntos pintan de blanco los campos labrados.
Si nos acercamos a estos árboles podremos ver con mayor detalle la variedad del color de sus flores que van desde el blanco más puro al rosado. Los amantes de la fotografía tienen garantizada una oportunidad única de llevarse un recuerdo memorable.
La introducción masiva del cultivo del almendro se produjo tras la aparición de la filoxera (Dactylosphaera vitifoliae), insecto parásito de la vid, a finales del siglo XIX que diezmó las vides. Se cultiva sobre todo en Mallorca e Ibiza. Podemos degustar sus frutos al natural, tostados o incorporados a la gastronomía de las islas, sobre todo en su repostería. La producción de la zona más importante del archipiélago la encontraremos comercializada bajo la marca de garantía Ametla de Mallorca.