Conjunto etnográfico, situado en la Finca Pública Galatzó, formado por una sitja empedrada y una barraca de carbonero, por lo que su funcionalidad estaría relacionada con la explotación de los recursos forestales para la obtención de carbón vegetal, así como el hábitat temporal de los trabajadores durante los periodos que duraban las tareas de explotación. Su ubicación, junto al camino, facilitaba el transporte del carbón hasta las casas de la possessió y, posteriormente, hacia los núcleos urbanos de Calvià y Es Capdellà. Podemos ubicar cronológicamente este conjunto en un momento impreciso entre el siglo XVIII e inicios del siglo XX, momento en que el carbón vegetal deja de ser la principal fuente energética para cocinar y calentar los hogares y pasa a ser substituido progresivamente por el gas. 

La sitja es una plataforma de planta circular, con un diámetro aproximado de 7.25 m, sobre la que se colocaba la pila de leña que se iba a quemar para convertir en carbón. Al estar ubicada en una zona de pendiente, se construyó un muro de contención de  1 metro de altura en su cara sur, realizado con la técnica de piedra en seco. El pavimento de la sitja, denominado sitger, está formado por un empedrado constituido por piedras de mediano tamaño, retocadas para nivelar el pavimento, que se ha abombado ligeramente en su parte central. 

A escasos metros de la sitja se localiza la barraca que servía de refugio temporal al carbonero durante los meses que duraban las labores de obtención de carbón. Este habitáculo presenta planta circular, con un diámetro exterior de 4.80 metros, con la puerta orientada hacia el este, donde se encuentra la sitja, lo que permitía la vigilancia continua de la misma. Tal y como ocurre en este tipo de construcciones, está realizada empleando la técnica de piedra en seco, a partir del uso de materiales del entorno inmediato, esto es, piedras calcáreas para los muros y troncos, ramas y carrizo para la cubierta. 

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