El Parque Arqueológico del Puig de sa Morisca, ubicado en Santa Ponça, incluye, en sus 45 ha de extensión numerosos yacimientos arqueológicos, pero también se pueden observar em él 9 conjuntos etnográficos, dos conjuntos de carboneros y siete barracas de roter, que evidencian la intensa explotación forestal que en esta área se realizó hasta la primera mitad del siglo XX.
En lineas generales, Mallorca era una isla pobre y de escasos recursos, donde la mayor parte de la población activa trabajaba en el campo, a jornal. Estos trabajadores se encontraban en una precaria situación, que se agravaba más en años de malas cosechas.
Es dentro de esta situació
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El Parque Arqueológico del Puig de sa Morisca, ubicado en Santa Ponça, incluye, en sus 45 ha de extensión numerosos yacimientos arqueológicos, pero también se pueden observar em él 9 conjuntos etnográficos, dos conjuntos de carboneros y siete barracas de roter, que evidencian la intensa explotación forestal que en esta área se realizó hasta la primera mitad del siglo XX.
En lineas generales, Mallorca era una isla pobre y de escasos recursos, donde la mayor parte de la población activa trabajaba en el campo, a jornal. Estos trabajadores se encontraban en una precaria situación, que se agravaba más en años de malas cosechas.
Es dentro de esta situación de crisis de subsistencia, donde surgió la denominada “sed de tierras”. Esto provocó que parte de la población desocupada se dedicara a poner en cultivo nuevas tierras, hasta el momento no explotadas agrícolamente. Para ello, se debían deforestar, construir bancales y "romper" la tierra, aunque ésta fuera superficial y pedregosa. Es, precisamente, de esta idea de “romper” (roturar) la tierra, donde surge la palabra y el significado de rota
La rota es una parcela de bosque, monte o erial, generalmente con una extensión de una quarterada (0.71 ha), poco productiva y dependiente de una possessió. Se habla de “tierra de rota” como sinónimo de tierra de pobre, cultivada por los roters, aparceros que configuraban el último grupo social dentro de la estructura del campesinado. Solía estar alejada de las casas, por lo que al propietario le salía más rentable dársela a cultivar a otro a cambio de un pago o renta. De hecho, las rotes suponían una fuente de ganancias muy considerable dentro de los ingresos que percibía el señor de su tierra, ya que, además de recibir una renta, tenía las tierras limpias y cultivadas sin que ello le supusiera ningún gasto. El trabajo de los roters permitía, igualmente, evitar los incendios, al mantener los bosques limpios
Las evidencias que quedan de esta actividad son las barracas, empleadas como vivienda temporal y refugio ocasional de los trabajadores ante las inclemencias meteorológicas. Asimismo, se utilizaban para guardar herramientas y víveres, cocinar, comer y descansar.
En el Parque del Puig de sa Morisca se conservan un total de seis en diferentes estados de conservación: Barraca Santa Ponça 20 I y II, Barraca Santa Ponça 5, Barraca Puig de sa Morisca I y II y Barraca de Son Miralles
Todas ellas de planta de rectangular o cuadrada se han realizado en pedra en sec, empleando los materiales del entorno más inmediato, tanto las piedras calcáreas en los muros como los troncos o el carrizo para la cubierta.
+ INFO
Información en Catálogo (PGOU) Barraca de santa Ponça 20 I
Información en Catálogo (PGOU) Barraca de santa Ponça 20 II
Información en Catálogo (PGOU) Barraca de santa Ponça 5
Información en Catálogo (PGOU) Barraca Puig de sa Morisca I
Información en Catálogo (PGOU) Barraca de Son Miralles
Información en Catálogo (PGOU) Barraca Puig de sa Morisca II
Ficha del elemento
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