La ubicación estratégica de las Islas Baleares como zona de paso en las rutas de navegación del Mediterráneo Occidental, determinó la construcción de un entramado defensivo basado en torres de defensa que se fue configurando a lo largo de la historia.
Durante el siglo XVI, asistimos al choque de dos potencias, por un lado, el imperio turco-otomano, que tenía el control del Mediterráneo Oriental y, por otro lado, el Imperio de Carlos V, cuya hegemonía en Europa intentaba expandirse al control de todo el Mediterráneo.
Esta situación de gran inestabilidad, inseguridad y miedo, se inició en el siglo XVI y perduró durante parte del siglo XVII, sometiendo a la poblaci&oac
... [+]
Ver más
La ubicación estratégica de las Islas Baleares como zona de paso en las rutas de navegación del Mediterráneo Occidental, determinó la construcción de un entramado defensivo basado en torres de defensa que se fue configurando a lo largo de la historia.
Durante el siglo XVI, asistimos al choque de dos potencias, por un lado, el imperio turco-otomano, que tenía el control del Mediterráneo Oriental y, por otro lado, el Imperio de Carlos V, cuya hegemonía en Europa intentaba expandirse al control de todo el Mediterráneo.
Esta situación de gran inestabilidad, inseguridad y miedo, se inició en el siglo XVI y perduró durante parte del siglo XVII, sometiendo a la población a numerosos ataques de piratas desarrollados por poblaciones musulmanas, la mayoría promovidos desde el seno del estado otomano y el Norte de África.
Desde este contexto resultaba obvia la necesidad de crear un sistema defensivo centrado en la vigilancia de la costa y la comunicación con los núcleos poblacionales localizados en las zonas interiores. Esta estrategia facilitaría, por un lado, preparar la defensa de los núcleos habitados ante un ataque pirático y, por otro, aumentar la protección de los puntos de desembarco más importantes de las islas. En este sentido, a partir del siglo XVI se fue creando un entramado de torres, perfectamente planificado en vistas a la defensa global del territorio, que se finalizó en el siglo XVII.
Con el pasó de los siglos estas construcciones se quedaron obsoletas, y a mediados del siglo XIX se abandona su uso defensivo, es a partir de ese momento cuando muchas de estas torres pasan a titularidad privada y otras desaparecen.
En el término municipal de Calvià, en el que existían ocho torres de defensa de las casi cien situadas por todo el territorio Balear, tan solo se conservan seis: torre de Cala Figuera, torre de Illetes, torre de Sa Porrassa, torre de Portals Vells, Castellot de Santa Ponça y la torre de Cap Andritxol, de las cuales sólo la última es de titularidad pública.
+ INFO
Ficha del elemento
[-]Ver menos