Desde hace varios siglos, la imagen de la Virgen de Portals constituye una de las figuras más populares y con mayor devoción del municipio.
Cuenta la leyenda que en el siglo XV un navío genovés, que portaba la imagen como patrona de sus travesías, sufrió una fuerte tempestad, de la que salieron ilesos sus tripulantes. Por ello, se consagraron a la Virgen, cuya imagen depositaron en el primer puerto en el que pudieron refugiarse, como símbolo de su gratitud y devoción.
Se cuenta que este lugar fue Cala Figuera, y que la Virgen fue depositada en una cueva originalmente utilizada como cantera.
Todavía hoy es una incógnita el origen de esta imagen religiosa, de mármol blanco y 40 cm d
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Desde hace varios siglos, la imagen de la Virgen de Portals constituye una de las figuras más populares y con mayor devoción del municipio.
Cuenta la leyenda que en el siglo XV un navío genovés, que portaba la imagen como patrona de sus travesías, sufrió una fuerte tempestad, de la que salieron ilesos sus tripulantes. Por ello, se consagraron a la Virgen, cuya imagen depositaron en el primer puerto en el que pudieron refugiarse, como símbolo de su gratitud y devoción.
Se cuenta que este lugar fue Cala Figuera, y que la Virgen fue depositada en una cueva originalmente utilizada como cantera.
Todavía hoy es una incógnita el origen de esta imagen religiosa, de mármol blanco y 40 cm de altura, que durante mucho tiempo se conservó en las cuevas de Cala Portals, y luego fue trasladada a un templo construido especialmente para su adoración en la zona de Bendinat, pasando a ser a conocido con el nombre de Portals Nous.
El oratorio de la Virgen de Portals se encuentra situado en el lugar conocido actualmente como Portals Vells. Este espacio presenta características singulares, ya que el trabajo escultórico de su interior se aleja de las formas estandarizadas.
Al entrar en el interior de la cantera se pueden observar, en la pared de la derecha, los restos del santuario, formado por una serie de nichos decorados con relieves tallados en la roca.
El hecho de que los pequeños altares presenten formas poco definidas en la iconografía religiosa estándar, hace imposible su adscripción a una cronología determinada y hace pensar que, probablemente, fuesen trabajados por algún escultor aficionado y devoto de la figura.
Cada siete de septiembre, la Virgen era trasladada desde la Cala de Portals hasta la parroquia de Calvià, donde se realizaban fiestas durante ocho días, siendo después devuelta a la cala.
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