Esta vivienda, de la que se tienen noticias ya en el siglo XVIII, cuando pertenecía a la familia Verger que le da nombre, responde al modelo clásico de la arquitectura tradicional mallorquina. Está formada por un cuerpo principal de planta rectangular, al que se adosa en el lateral izquierdo un segundo cuerpo. A la vivienda se accede mediante una carrera flanqueada por jardines. En el segundo cuerpo se encuentra una puerta monumental que proviene de un antiguo edificio de la Inquisición, y que fue adquirida por un antiguo propietario en la década de los años sesenta. Sobre la puerta se observa un escudo de armas, que se corresponde con los linajes Ferrà y Alemany. Adosado al muro de la fachada principal y un lateral, hay un banco de piedra que, en el extremo izquierdo del portal forà, presenta un escalón con función de pujador. También, alrededor de las fachadas, se sitúa una pérgola a la altura del primer piso. Actualmente, es metálica, pero en la pared se pueden ver los antiguos anclajes de piedra a modo de ménsulas inseridas en el muro que soportarían la original, probablemente de madera.

En la zona de jardín encontramos dos cisternas, una circular en frente de la fachada principal y una de capelleta, con cubierta a doble vertiente, cerca de uno de los laterales del conjunto.

En el interior de la casa, se puede observar la estancia destinada a la cocina tradicional, de planta cuadrada, con el hogar y los bancos que delimitan el espacio en los muros de cierre, además de parte del establo con los comederos y el horno tradicional.

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