Conjunto de dos hornos de cal localizados en la zona denominada Comellar de Na Llaneras, en el Itinerario de Ses Sínies, al NO de las casas de la Finca Pública Galatzó.
La obtención de cal mediante la cocción de piedra caliza fue una actividad artesanal muy común en los bosques de la Serra de Tramuntana, que se puede remontar hasta la época romana y que perdura hasta la segunda mitad del siglo XX. Los caleros, generalmente miembros de las clases más bajas de la sociedad, realizaban esta actividad en las possessions o terrenos que no eran de su propiedad, básicamente en zonas forestales y montañosas, donde abundaba la piedra calcárea y la leña necesarias para la pr
... [+]
Ver más
Conjunto de dos hornos de cal localizados en la zona denominada Comellar de Na Llaneras, en el Itinerario de Ses Sínies, al NO de las casas de la Finca Pública Galatzó.
La obtención de cal mediante la cocción de piedra caliza fue una actividad artesanal muy común en los bosques de la Serra de Tramuntana, que se puede remontar hasta la época romana y que perdura hasta la segunda mitad del siglo XX. Los caleros, generalmente miembros de las clases más bajas de la sociedad, realizaban esta actividad en las possessions o terrenos que no eran de su propiedad, básicamente en zonas forestales y montañosas, donde abundaba la piedra calcárea y la leña necesarias para la producción. La cal obtenida tenía usos diversos, especialmente en la construcción, para blanquear los muros de las casas, impermeabilizar, desinfectar, etc.
En este conjunto patrimonial podemos ver cuál era la apariencia originaria de un horno de cal tras su puesta en funcionamiento, gracias a la restauración de la primera estructura, llevada a cabo por una Escuela-Taller del IFOC en el año 2011. El segundo horno, sin embargo, se presenta tal y como quedó tras la última hornada y el paso del tiempo.
Para construir un horno de cal, primero se excavaba un hoyo, denominado olla, de unos 6 metros de diámetro y 2.5 metros de profundidad, que se revestía con una pared de piedra calcárea y arcilla en las juntas, para evitar la pérdida de calor durante la cocción. Cuando este muro llegaba a la superficie del terreno, pasaba a tener doble cara y se hacía mucho más grueso, dando lugar al cintell, que es el elemento más visible de los hornos de cal, con un diámetro que oscila entre los 6 y los 12.5 m. El cintell del primer horno del conjunto de Na Llaneras tiene 9 m de diámetro y el segundo 7.20 metros. Cuando se construía el cintell se dejaba una obertura o puerta de unos 2.5 m de anchura, que posteriormente se cubría con un muro de piedra poco grueso, con dos troncos de refuerzo denominados tafarres, que se pueden observar en el horno reconstruido. Este muro, la portada, estaba sometido a una gran presión durante la cocción, y se construía con la finalidad de mantener las altas temperaturas, al tiempo que permitía ir desmontándola en función de las necesidades de transpiración de la estructura. En la parte baja de la portada se dejaba una obertura, llamada boca, que permitía encender el fuego e ir añadiendo combustible durante la hornada. En la base de la boca se colocaba una gran losa de piedra en posición horizontal, que facilitaba la introducción de los haces de leña.
Para cargar el horno con las piedras que se iban a convertir en cal y la leña que iba a servir como combustible, se empezaba construyendo un muro circular que rodeaba la olla, haciendo círculos cada vez más estrechos, al mismo tiempo que se iba llenando de leña. Este muro culminaba en una bóveda ovalada, de unos 4 m de altura, formada por grandes piedras, que finalizaba en la clau, una gran losa de hasta 500 kg, que soportaba altas temperaturas, ya que sus dimensiones evitaban que se descompusiese durante la cocción. Encima de la bóveda, el horno se llenaba con piedras más pequeñas, que conformaban la cucuia, que es la parte superior de la estructura y tiene forma de cúpula, que se cubría con arcilla y cal de mala calidad procedente de otras hornadas, que actuaba como aislante para mantener más estable la temperatura de cocción y mantener la transpiración.
La producción de una hornada duraba aproximadamente un mes: una semana para cargar el horno, una para hacer la cocción, una de enfriamiento y la última para descargar el horno.
+ INFO
Información en Catálogo (PGOU)
Ficha del elemento
[-]Ver menos