Este fortín formaba parte del sistema de defensa global de la Bahía de Palma, al igual que las fortificaciones de San Carlos y Portixol en Palma, Torre d’en Pau en el Coll d’en Rabassa y las de Cap Blanc y Cap Enderrocat en Llucmajor. De este modo, el fortín de Illetes constituyó la primera instalación militar contemporánea que se realizó en la zona de Calvià y sirvió de modelo a la hora de construir otros puestos militares del término.
El primer proyecto que contempla la creación de una batería de artillería en Illetes se remonta a 1890, aunque no es hasta 1898, con el inicio de la Guerra de Cuba, que se aceleraron las distintas obras relaciona
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Este fortín formaba parte del sistema de defensa global de la Bahía de Palma, al igual que las fortificaciones de San Carlos y Portixol en Palma, Torre d’en Pau en el Coll d’en Rabassa y las de Cap Blanc y Cap Enderrocat en Llucmajor. De este modo, el fortín de Illetes constituyó la primera instalación militar contemporánea que se realizó en la zona de Calvià y sirvió de modelo a la hora de construir otros puestos militares del término.
El primer proyecto que contempla la creación de una batería de artillería en Illetes se remonta a 1890, aunque no es hasta 1898, con el inicio de la Guerra de Cuba, que se aceleraron las distintas obras relacionadas con la defensa de la Bahía de Palma, cuando se instaló una batería provisional formada por seis cañones de 150 mm.
Posteriormente, a principios del siglo XX, se construyó el grueso del complejo y se configuró un fortín de planta rectangular que delimita una superficie de unas 3 ha.
El fortín presenta un foso que rodea el recinto. En este perímetro se documentan una serie de bastiones, uno en cada lado del fortín, con la finalidad de poder defender mejor el enclave en caso de ataque.
Del mismo modo, en las zonas de acceso al interior del recinto, como la entrada principal, orientada hacia la Bahía de Palma, se constatan abundantes aspilleras para poder defender la entrada al fuerte.
En la zona central del fortín se instalan las dependencias subterraneas, destinadas a polvorín y a repuestos de artillería.
Hay que señalar que el fortín no se reduce únicamente a las infraestructuras situadas en el perímetro interno del foso, sino que sus instalaciones abarcan su exterior y una franja de la playa de Illetes. Estos espacios externos servían de áreas de entretenimiento, instrucción y como habitación, de modo que, a medida que avanza el tiempo, se van modernizando y ampliando las construcciones en estas áreas
El fortín cuenta con un área de prisión que, desde 1934 y durante la Guerra Civil y el primer franquismo, ya se había utilizado para encarcelar a carabineros y suboficiales del bando republicano, realizándose diversas ejecuciones. La prisión del fortín consistía en una serie de barracones, actualmente muy degradados, que apenas conservan la techumbre.
Durante el invierno de 1996-97 el fortín de Illetes estaba aún ocupado y en buen estado de conservación, manteniéndose incluso algunos de los muebles originales de cuando se construyó a principios de siglo XX. El emplazamiento fue abandonado definitivamente por los militares en 1997, cuando los terrenos fueron devueltos por el Ministerio de Defensa a sus antiguos propietarios. En la actualidad, esta antigua fortaleza pertenece a un grupo inversor británico. Precisamente, en esta fecha, el Consell de Mallorca realizó la incoación del elemento y declaró al fortín como Bien de Interés Cultural, considerándolo como un ejemplo de la arquitectura militar propia del siglo XIX e inicios del siglo XX.
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Información en Catálogo (PGOU)
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