Cuando la observamos en el campo parece una curruca tomillera (Sylvia conspicillata) de gran tamaño, pues se asemejan de forma notable en el plumaje.
Le agrada permanecer entre arbustos enmarañados y densos, desde donde emite un canto prolongado, raspante y en un volumen muy bajo, principalmente en el paso prenupcial aunque puede escucharse en otoño. Se asemeja este trino a un carricero común (Acrocephalus scirpaceus) y a una curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala) entremezclando sus cantos.
Explicamos estos detalles porque casi siempre resulta más fácil descubrirla por su voz que realizando una observación directa, para lo que tendremos que armarnos de paciencia e intentar reconocer la sombra que pu
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Cuando la observamos en el campo parece una curruca tomillera (Sylvia conspicillata) de gran tamaño, pues se asemejan de forma notable en el plumaje.
Le agrada permanecer entre arbustos enmarañados y densos, desde donde emite un canto prolongado, raspante y en un volumen muy bajo, principalmente en el paso prenupcial aunque puede escucharse en otoño. Se asemeja este trino a un carricero común (Acrocephalus scirpaceus) y a una curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala) entremezclando sus cantos.
Explicamos estos detalles porque casi siempre resulta más fácil descubrirla por su voz que realizando una observación directa, para lo que tendremos que armarnos de paciencia e intentar reconocer la sombra que pulula en el interior del matorral.
En Baleares es un migrante en todas las islas.
La curruca zarcera en Calvià
En principio se trata de una especie escasa en el municipio, si bien pasa fácilmente desapercibida.
El barranco de Santa Ponça, las áreas más densas del tramo entre las casas de Galatzó y el inicio del comellar de Galatzó o las zonas arbustivas casi al final del itinerario del Coll de sa Creu, pueden darnos resultados gratificantes en su búsqueda.
Ha sido observada en las cercanías del pueblo de Calvià, en zonas de cultivos arbolados con matorral disperso.
Las mejores épocas para observarla
Aún tratándose de un migrante tanto primaveral como otoñal, es más abundante en el paso postnupcial y especialmente entre mediados de agosto y el mes de septiembre.
Recomendamos tener paciencia en su búsqueda debido a su recatado comportamiento, aunque le gusta visitar zarzales y las higueras si las encuentra con frutos maduros.
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