Es el más grande y voluminoso de los emberízidos que se pueden observar de manera regular en las Islas Baleares.
Propio de terrenos de cultivos arbolados o herbáceos con matorral disperso, se convierte en altamente gregario en invierno trasladándose a las cercanías de zonas húmedas donde forma dormideros comunales a veces de tamaño muy importante.
Durante la primavera, su canto ascendente emitido desde la copa de un árbol o desde cualquier posadero sobresaliente en su territorio es casi una constante, y gracias a ello su detección es muy fácil. Sin embargo, a finales de verano y principios de otoño, la especie se vuelve mucho más silenciosa emitiendo los bandos en
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Es el más grande y voluminoso de los emberízidos que se pueden observar de manera regular en las Islas Baleares.
Propio de terrenos de cultivos arbolados o herbáceos con matorral disperso, se convierte en altamente gregario en invierno trasladándose a las cercanías de zonas húmedas donde forma dormideros comunales a veces de tamaño muy importante.
Durante la primavera, su canto ascendente emitido desde la copa de un árbol o desde cualquier posadero sobresaliente en su territorio es casi una constante, y gracias a ello su detección es muy fácil. Sin embargo, a finales de verano y principios de otoño, la especie se vuelve mucho más silenciosa emitiendo los bandos en vuelo un silbido agudo y metálico que sirve para conectar los grupos.
Es obvio, si conseguimos observarlo de cerca y ver la forma y tamaño de su pico, que su alimentación se basa casi exclusivamente de semillas.
En Baleares es sedentario en las cuatro islas mayores y solo se comporta como migrante en Formentera.
El triguero en Calvià
No es una especie precisamente abundante en el municipio, a pesar de que no faltan áreas con hábitat adecuado.
No obstante, aunque en número ciertamente reducido, podemos detectarlo en el Passeig de Peguera o en el Barranco de Santa Ponça desde Calvià, en este segundo itinerario siempre en los campos de cultivos arbolados del tramo cercano al pueblo.
Otros recorridos como el de la entrada a la finca de Galatzó hasta las casas, ofrecen observaciones ocasionales de la especie.
Las mejores épocas para observarlo
Sin duda y como ya se ha comentado, la época de reproducción es la de actividad canora más incipiente y ayuda a su observación el hecho mencionado de posarse en atalayas elevadas. Los meses de abril y mayo son el centro neurálgico de esa actividad.
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