El papamoscas cerrojillo es un típico migrante transahariano a través de nuestras islas. Recientemente se ha averiguado que este pequeño paseriforme, cuyos machos parece que fueran vestidos de frac en primavera por su plumaje negro con manchas blancas, realiza sus migraciones en cortos tramos incluso llegando a atravesar el desierto del Sahara saltando de oasis en oasis.

Del mismo modo, tiene una de las estrategias reproductivas más estudiadas entre los paseriformes y se sabe que un macho puede aparearse y tener descendencia con varias hembras (aunque normalmente defiende el territorio de la primera) y que algunas hembras llevan a cabo escarceos durante la reproducción para aparearse con otros machos. Es posible que sea una estrategia para trasmitir a los polluelos los mejores genes o para garantizarse la protección de más de un macho.

En Baleares es un migrante a través de todas las islas mayores.

El papamoscas cerrojillo en Calvià

Durante las migraciones está bien distribuido por el municipio aunque nunca llega a ser abundante o sólamente de forma puntual y local. En ciertos recorridos de entre los recomendados como en la finca de Galatzó, entre la entrada y las casas y desde éstas por el camí de ses Sinies, podemos observar a esta especie.

El itinerario del Passeig de Peguera o el de Cap Andritxol no deberían darnos malos resultados, eso si, siempre hay que tener algo de suerte para que se produzcan entradas de migrantes.

Las mejores épocas para observarlo

Se presenta en ambas migraciones, aunque resulta algo más abundante en el paso otoñal, principalmente en el mes de septiembre. Sin embargo durante la migración prenupcial es cuando los machos muestran su librea más espectacular y para ello, el mes de abril es el que más posibilidades nos ofrece.