Nos encontramos ante el paseriforme sedentario más abundante de las islas Baleares. Es una pequeña curruca de cola larga y vuelo entrecortado, con aleteos potentes seguidos de caídas que recupera de nuevo con aleteos.
La llamamos el “duende del bosque” pues su reclamo es parecido al sonido de una metralleta y que realiza tanto como señal de protesta, como para reclamar su posición. Incluso en los duros días de verano de las garrigas mallorquinas, es respondido de inmediato por congéneres de las cercanías, casi siempre sin que podamos ver al emisor de tan peculiar canto.
Los machos y las hembras son muy diferentes en coloración, pues los primeros de espalda gris ceniza y ca
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Nos encontramos ante el paseriforme sedentario más abundante de las islas Baleares. Es una pequeña curruca de cola larga y vuelo entrecortado, con aleteos potentes seguidos de caídas que recupera de nuevo con aleteos.
La llamamos el “duende del bosque” pues su reclamo es parecido al sonido de una metralleta y que realiza tanto como señal de protesta, como para reclamar su posición. Incluso en los duros días de verano de las garrigas mallorquinas, es respondido de inmediato por congéneres de las cercanías, casi siempre sin que podamos ver al emisor de tan peculiar canto.
Los machos y las hembras son muy diferentes en coloración, pues los primeros de espalda gris ceniza y cabeza negra son fácilmente identificables, mientras las hembras y jóvenes pueden ser confundidas con otras pequeñas currucas.
En Baleares es considerada como sedentaria en las cuatro islas, invernante en Mallorca y migrante a través de Menorca y Mallorca.
La curruca cabecinegra en Calvià
Es un ave muy frecuente en el municipio con la condición de que exista un arbusto donde resguardarse.
Todos los itinerarios propuestos son del agrado, en mayor o menor medida, de este pequeño sílvido, del que aparte de tener excepcionales visiones si tenemos paciencia, podremos disfrutar de su repertorio acústico.
Las mejores épocas para observarlas
Presente todo el año, su posibilidad de observación es altísima, incluso cerca de nuestro lugar de residencia, con la única condición de que tengamos paciencia para buscarla entre los arbustos.
A partir de marzo y hasta mediados de mayo la actividad canora cambia debido a la época de reproducción y además de observarla, podremos disfrutar del canto nupcial de esta pequeña especie.
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