La colonización de las Baleares por parte de esta especie, es el fiel reflejo de como el azar y la climatología pueden unirse para llevar a algunos seres vivos a islas e islotes donde después se afincan.

Hasta 2008 las citas de esta especie en Baleares eran escasísimas, hasta que en octubre de este año y después de unas grandes tormentas con fuertes vientos producidos en la costa este de la península ibérica, trae a las islas un grupo importante de buitres leonados. Desde entonces se han instalado en la sierra de Tramuntana en Mallorca, incluyendo algunos parajes de Calviá donde ahora es una especie más o menos habitual.

En Baleares es actualmente una especie sedentaria, sólo en Mallorca y sin reproducción confirmada.

EL BUITRE LEONADO EN CALVIÀ: Debido a las grandes distancias que estas carroñeras recorren en busca de alimento, es posible observarla en toda la mitad norte del municipio.

Pero si hay una zona donde podemos ver buitres con seguridad, esta es la finca pública de Galatzó, concretamente en el Puig de s’Esclop y el Puig de Galatzó y su sistema montañoso cercano.

En los tres itinerarios de la finca de Galatzó podremos disfrutar de esta impresionante ave, pero si queremos verla sobrevolando a baja altura cerca de nosotros debemos llegar al comellar de s’Esclop. A partir de aquí y hasta llegar a la cumbre de la mola de s’Esclop es difícil no avistar algún ejemplar.

LAS MEJORES ÉPOCAS PARA OBSERVARLO: Todo el año es relativamente fácil ver buitres leonados si nos acercamos a las zonas mencionadas, pero si tenemos que elegir unos meses nos decantamos por Noviembre, Diciembre y Enero.

En esta época no han comenzado todavía la cría, pero la especie anda alborotada por la reproducción y es posible ver vuelos sincrónicos y ocasionalmente agarres de garras,  y bailes que usan durante la parada nupcial.

Aunque el telescopio es un peso importante para subir el comellar de s’Esclop, recomendamos el esfuerzo, debido a que no es complicado ver a esta especie posada entre los roquedos.